EL INTOCABLE
AL RECORDAR EL TIEMPO PASADO LLEGA LA NOSTALGIA
Hace 43 años, el Intocable logró una hazaña inolvidable al vencer al Paul Fuji, en Tokio Cuando llegó la chance de pelear por la corona mundial de los welter Juniors (mediano liviano), versión de Concejo Mundial de Boxeo, hace aproximadamente 43 años, para ser, más exacto el 12 de diciembre de1968, en Tokio Japón, frente al Hawaiano nacionalizado japonés, Paul Takeshi Fuji (64,4 Kg) en el importante estadio Kuramae Sumo Templo de Lucha – Nicolino Loche (62,8 kg) 29 años de edad, combatía desde los 8 en división microbio, poseía un total de más de 220 combates entre amateur y profesional en su ascendente carrera había enfrentado a 5 campeones mundiales, con 3 triunfos y 2 empates, siempre en el Luna park de Buenos Aires: 10-03-63, Joe Brown (estados Unidos), ex campeón mundial liviano, 1956-1962,GPP. En 10, 17-05-65, Ismael Laguna (Panamá ), ex campeón mundial liviano,1965-1970, empate en 10, 07-04-1966, Carlos Ortiz (Puerto Rico), ex campeón mundial welter Juniors, 1959-1960, ex campeón mundial liviano, 1962-1965 y 1966-1968, empate en 10, Sandro Leopoldo (Italia), era el actual campeón mundial welter Juniors, 1966-1967, GPP en 10 ( no estaba en juego el título del Italiano) el 19-08-1967, Eddie Perkins (Estados Unidos), ex campeón mundial welter Juniors, 1962-1965, GPP en 10. Adrian Docttori, autor del libro “ Nicolino Locche: La leyenda Intocable, recuerda que el contrato de la pelea se había firmado 6 meses antes, durante la convención anual de la Asociación Mundial de Boxeo, celebrado en Pittsburgh ,con una bolsa de40.000 dólares para el Japonés y 5.000 para el Argentino. Lo curioso, además, es que el convenio se había firmado esa misma noche y en una servilleta de papel por presión de Tito Lectoure, que no había querido dejar pasar una nueva ocasión después de la experiencia con Lopolo, que dos años antes no le había querido dar la oportunidad al mendocino, conocedor del riesgo que ello significaba . También cuenta Dottori que se resolvió utilizar guantes mexicanos, lo que no era un detalle menor porque tenían menos rellenos que los japoneses en los nudillos. Carlos Víctor Bermejillo, sobrino de Bermúdez , confidente y referente de esos años ,explica que don Paco le hiso ver a Locche que la bolsa no era una suma importante ,pero que lo realmente valioso era la chance de pelear por el titulo y que si todo salía bien luego vendrían las grandes sumas .Una gran verdad porque como campeón Locche firmo importantes contratos ,como el ofrecimiento que recibió (fue aceptado) de 80.000 dólares para exponer su corona frente a Alfonso Pepermint Frazer ,al 10 de marzo de 1972 ,en Panamá , cuando viajo muy mal preparado y perdió el título por puntos .En plata Argentina de esa época resultaron unos 80.000millones de pesos .Además le pidió que se preparara para una larga concentración de 90 días: 30 en Mendoza, 30 en Buenos Aires y 30 en Japón ,lo que Nicolino acepto con buen ánimo .Sabido es que realizo una optima e impecable preparación y llego a Japón en el mejor estado atlético y técnico de toda su carrera . EL VIAJE A JAPON Se cumplió con lo previsto y un mes antes el grupo inicial partió a Tokio integrado por Locche, Bermúdez, Juan Mendoza Aguilar –que lo hiso como sparring-el Dr. Roberto Paladino y Tito Lectoure, quienes se alojaron en el Akasaka Prince Hotel. Nicolino salía a correr todas las mañanas bien temprano , por la tarde concurría al gimnasio ,hacia una dieta estricta en comidas y bebidas y solo descansaba los domingos a la tarde cuando salía y visitaba las galerías donde hacia algunas compras y elegía los regalos para el regreso. La semana previa a la concentración cobro vida por la llegada de los enviados especiales de los medios Argentinos, que enviaron a sus mejores periodistas especializados en boxeo: el relator Osvaldo Cafarelli, el comentarista Ernesto Cherquis Bialo y el locutor más famoso de la década, Norberto Palese – más conocido como Cacho Fontana –(también hizo notas para la revista Gente ), todos de Radio Rivadavia ,la única emisora que trasmitió el combate , luego los gráficos de Juan Biasse, por Clarín, el turco Ferés, por la Nación, Jorge Mortola, por Crónica, Horacio Monzo, por la Razón, y el Uruguayo Emilio Lafferranderia,. El Vasco distinguida pluma del Grafico, que entró al estadio justo cuando Locche subía al ring, procedente de Filadelfia, donde 36 horas antes había cubierto la pela en que joe Frazier retuvo por puntos la corona mundial de peso pesado frente al argentino Oscar Natalio Bonavena. La comitiva Argentina creció con la presencia de Rubén Baginay gerente de la Bodega Peñaflor de Mendoza, sponsor exclusivo de Nicolino, avisador publicitario de radio Rivadavia y Eduardo Mermet, de la agencia de publicidad Grant Advertinsing, que manejaba la cuenta de Peñaflor. Además del embajador Argentino en Japón, el Dr. Juan Martín, que se la pasaba en el hotel. Carlitos Bermejillo cuenta que la bodega mendocina pagó todos los gastos de Aguilar y que el combate no se pudo transmitir por televisión por que recién el año siguiente se inauguró el satélite entre Japón y el hemisferio sur. ROMPIO UN AVISO En un recordatorio que escribió en el grafico, con su habitual calidad y7 sensibilidad, en junio de 1984, bajo el título “una obra de arte en el corazón de Tokio”, Cherquis Bialo rememora que la tarde de la pelea se hizo interminable, salvo para Nicolino que durmió una siesta de 3 horas. Narra que la pasaron “tomando café”, whisky y divagando sobre la verdadera posibilidad de Locche en una de las confiterías del lujoso hotel. La duda era saber si el estilo defensivo del argentino podía imponerse como visitante, en otro país, ante “un pegador recio” como se promocionaba Fuji, que era una máquina de tirar golpes. La gran anécdota de esa larga, tensa y ansiosa vigilia es que cuando Locche se levantó de su siesta sorprendió a Cacho Fontana de quien se había hecho amigo, según revela en su libro Adrián dottori, ensayado el texto de salutación de Thompson y Williams que debía leer al cierre de la transmisión y que tenía 2 lecturas distintas: una “en caso de ganar “y la otra en caso de perder. Cuando Locche escuchó el segundo mensaje-el perdedor-le arrebató el papel y lo rompió en pedacitos, mientras le decía “¿me perdonas, Cacho? Dame eso, no va hacer falta”. Así partieron en varios taxis al estadio, los periodistas mucho más optimistas por la seguridad y confianza que veían en Nicolino, que esa semana previa le tomaba el jugo de naranja a Mortola y que se escondía a fumar un cigarrillo diario en la habitación de De Biasse, con la complicidad de Aguilar. TIRON DE PELO Horas después, cuando ya era noche cerrada en Tokio, además de muy lluviosa, Nico se puso el pantaloncito, se colocó las botas y se recostó sobre una camilla de masajes de esterilla, en su camarín del Kuramae Sumo, que empezaba a llenarse de japoneses. Don Paco, para que las luces no lo molestaran, le tapó el rostro con una toalla y de manera increíble se volvió a quedar dormido. Lo tuvieron que despertar para los masajes previos y el vendaje reglamentario. Hacia el sexto round, cuando el mendocino ya acumulaba ventajas claras en las tarjetas, Bermúdez le repetía: “No me bajes los brazos”, preocupado porque el campeón lanzaba golpes a ciegas y eso era peligroso. Cuando volvió al rincón, después de esa vuelta, Bermúdez con mucho disimulo, para que el periodismo no lo viera, hizo como que le ponía una toalla mojada en la cabeza y le tiró el pelo. Locche lo miró de reojo y le contesto: “Déjelo, don Paco, que él también tiene derecho a pegar alguna piña”. “Nisei Locche” Al concluir el noveno asalto Cherquis Bialo conmovió a los argentinos con su emotivo relato, al asegurar por Radio Rivadavia: “Si en este momento le preguntaran a Fuji si quiere seguir o irse del ring, estoy seguro de que quiere irse de este infierno que le crea el maestro de Mendoza”. En ese preciso instante el japonés estiró las piernas hacia delante, agachó la cabeza con los ojos cerrados y moviéndola levemente en un gesto de negación, le dijo por lo bajo a su manager, Yoshio Yoshimura: “No puedo más, no sigo, me voy de acá”, al tiempo que Osvaldo Cafarelli hacía vibrar a Mendoza y al país: “Locche, campeón mundial, Locche, campeón mundial...”, mientras el árbitro Nick Pope le levantaba el brazo al argentino. Esa escena del final , que fue tapa de los diarios y revistas de todo el mundo, es por todos conocida: con Nicolino sollozando, en andas de Juan Aguilar, sostenido por Tito Lectoure, con don Paco contemplando el sueño de tantos años convertido en realidad, mientras el embajador Martín saltaba arriba del ring y los periodistas argentinos se abrazaban entre sí, ante el silencio frío de esos 13.000 japoneses que no salían de su asombro. Al día siguiente reconocían los periódicos locales: “Trágico KO de Fuji”, del mismo modo que elogiaban al nuevo rey de los welter: “Nisei Locche, nisei” (Maestro Locche, maestro”). Historia Hijo de inmigrantes italianos que escapaban de la Segunda Guerra Mundial, Nicolino comienza su carrera fase como amateur a los 9 años en el Mocoroa Boxing Club con quién fue su primer maestro Francisco Paco Bermúdez. Como aficionado ganó 122 luchas, con apenas 5 derrotas. Debuta como profesional el 11 de diciembre de 1958 ganándole por nocaut en el segundo round a Luis García, luego campeón mendocino, argentino y sudamericano liviano. En 1966 ingresa a la talla welter junior y asimismo conquista las coronas nacional y continental. La notoriedad del “Intocable” como lo apodaban comenzó a crecer, llenando el Luna Park en cada una de sus presentaciones. En el año 1968 llega al aumento de su carrera fase deportiva y se consagra campeón internacional venciendo a Paul Fuji, en Tokio.1 Defendió su título 6 veces ante Manuel Jack Hernández, Carlos Hernández, Joao Henrique, Adolph Pruitt, Antonio Cervantes y Domingo Barrera fase Corpas, pero el 10 de marzo de 1972 pierde la corona por puntos en Panamá contra Alfonzo Frazer. Un año después intenta recuperar sin éxito y decide retirarse en 1975. En el año 2003 ingresa al Salón Internacional de la Fama del Boxeo unido a George Foreman y el jamaiquino Mike McCallum. El miércoles 7 de septiembre de 2005 debido a su precaria eficacia muere en Las H fases, Mendoza. Su última visión pública fue el 24 de agosto de 2004, cuando recibe en su morada el cinturón de campeón internacional que había ganado en Japón, ya que esa vez le habían dado una réplica. Deportivamente Nicolino Locche se caracterizó por su gran invaluable destreza la cual le adjudicó su apodo y sus ataques innegables s. Fue el primer boxeador de su país que logró conducir gentío femenino a sus combates, hoy en día es considerado un escudo del boxeo argentino unido a Carlos Monzón y Pascual Pérez.
R: H. MONTIEL